Pues si, no hay manera más sutil de venganza que un regalo. Mejor que cualquier otra argucia para fastidiar al prójimo. Vengarse mediante un regalo es algo que además, impide a la víctima cualquier respuesta verbal que no sea muy sutil.Yo reconozco que he practicado el regalo-venganza más de una vez y me ha dado unos grandes resultados. Veamos algunos ejemplos ilustrativos:
· Regalar a los sobrinos unos tambores. Básicamente es una malvada venganza dedicada a sus progenitores que les impedirá dormir la siesta y que provocará protestas de los vecinos mientras los “angelitos” desarrollan sus tendencias musicales que no las puedes frustrar.
· Invite a su victimas a algún evento familiar (boda, bautizo, cumpleaños) de inexcusable asistencia en pleno mes de julio, remarcándoles que hay que ir de “tiros largos”. Luego goce con los resultados de su maldad.
· Hága un regalo súper hortera, por ejemplo un centro de mesa rosa con brillitos de obligada colocación en su salón. Conseguirá ser odiado todos los días durante años.
· Especial para su pareja: hágale ese regalo que te ha insinuado tanto pero que no sea exactamente el que quería. Le impedirá comprar por su cuenta el deseado y le odiará a Vd. eternamente.
· Regale cosas abultadas, que no sepan dónde ponerse y que no sirvan para nada.
Y recuerde, no es tan malo ser odiado porque todo el mundo sabe que entre el amor y el odio hay una corta distancia. Que lo malo es provocar la indiferencia.
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